Viernes. Welcome to Sky Valley.

Hemos quedado como hacemos cada viernes, pero hoy tengo una pequeña sorpresa para ti. Es mi manera de agradecerte todo lo que me descubres sobre música y libros.
No eres mínimamente consciente de que con cada grupo, canción o libro de los que me hablas me vas abriendo puertas que andaban cerradas porque yo siempre pensé que “esa” música no era de mi estilo. O de que mi mundo acababa en Tolkien y me convenciste para que le diera una oportunidad a Salinger. Así que entra en nuestra habitación de los viernes, siéntate en la cama y deja que te explique lo que voy a ofrecerte. Y voy a ir quitándote la ropa despacio mientras hablo. Y no, no quiero que tú hables. Sólo escucha.

Vamos a escuchar 3 canciones de Kyuss, y con cada una de ellas vamos a hacer cosas diferentes.
Empezaremos por lo que creo que sé que te gusta que te haga, porque sabes que tengo fijación con tu polla: una larga mamada. Va a durar exactamente 7 minutos y 2 segundos.
Con la segunda canción te daré tiempo a que te recuperes. Porque no habremos acabado aún. No, aún no. Lo mejor está por llegar.
Con la tercera te voy a follar. Y me van a bastar 6 minutos y 54 segundos para que te corras. Y correrme yo contigo.

Hoy quiero ayudarte a sentir lo mismo que sentiste cuando eyaculaste por primera vez siendo un adolescente: miedo, sorpresa, placer y un puntito de dolor. Déjame al menos intentarlo.

Para hacer este recorrido musical necesito varias cosas de ti: Primero, toda tu atención auditiva, porque más que un intercambio de fluidos lo que quiero que sea esto es una experiencia sensorial. Has de sentir placer con el cerebro, tienes que dejar que todo se mezcle dentro de ti: la música, mi boca y nuestras lenguas, tu piel y mi piel, mis labios, nuestro sudor... y para que nada te distraiga de escuchar lo que yo quiero que escuches, porque no es sólo oír, tienes que prestar atención. Toda tu atención.
Dicen que cuando pierdes uno de los sentidos el resto se agudiza. Es por ello por lo que te vendaré los ojos con este pañuelo. Porque no necesitas ver. Tienes que escuchar, sentir, oler, y te dejaré tocar. Y es cierto, yo te dije que no me gusta que me venden los ojos, pero no te dije que me gustaría vendártelos a ti. Por eso, otra de las cosas que necesito de ti es tu confianza. Que me dejes hacer, y que te dejes llevar.
Siéntate en el borde de la cama. Y deja que suene la primera canción. Te la sabes de memoria porque me consta que la has escuchado miles de veces: Space Cadet. Recuéstate si quieres porque lo único en lo que quiero que te ocupes ahora mismo es de relajarte, en sentir mi boca y en correrte. Es muy sencillo, ¿verdad? Pues vamos a ello. Y no, no te puedes quitar la venda.

Creo que de la anticipación a lo que se vecina no sólo tienes una erección increíble ahora mismo, sino que algo de líquido seminal asoma por la punta. Separo tus piernas y me acomodo en el suelo para tener acceso total a tu vientre, tu polla, tus huevos y tu ano. Suenan los primeros acordes y tu polla da un respingo delante de mi boca. La acaricio lentamente con la punta de los dedos mientras vigilo que sigues con la venda puesta. Esa guitarra llena toda la habitación, tiene un sonido como de mantra... repetitivo. Y con esa cadencia voy a lamerte y chuparte hasta que te corras en mi garganta.
Comienzo primero con unos besos en el glande, ya sabe salado. Pero muy despacio. Mis dedos acarician tu vientre, me gusta sentir el vello crespo contra la palma de mis manos. Voy bajando haciendo ligeras cosquillas con la punta de los dedos hasta el pubis, y me acerco a oler el pelo. No te haces una idea de cómo me gusta que tengas ese pelo tan negro ahí. Te beso un par de veces la zona, me recreo. Doy pequeños tirones a los pelos y enredo los dedos en ellos. Y cuando comienza a cantar Garcia es hora de que tu polla entre en mi boca. Te lo imaginabas y prácticamente te has adelantado porque noto como has hecho un movimiento con las caderas y la empujas dentro, anhelante. Siento las venas palpitantes contra la piel y mis labios hacen presión para que los notes cómo se estiran alrededor de ella, y las palmas de mis manos recogen tus huevos y los masajeo con suavidad, de un lado a otro. Están también duros. Los pellizco un poquito mientras tu polla entra y sale de mi boca. Hago un esfuerzo para que me quepa entera y relajo el cuello para que apenas me roce la campanilla. Presiono con la lengua la parte de abajo conforme la saco y me permito contemplarla un segundo. Henchida, orgullosa, cubierta de saliva. Con las venas palpitantes y azules marcadas a fuego contra la piel. Con la punta de la lengua las dibujo recorriendo lo largo hasta llegar a los huevos, y beso uno y luego otro. Hago un anillo con los dedos para presionar la base y hacer que las venas se marquen más. Soplo el glande y lo aproximo de nuevo a mi boca. Lo rozo con los dientes e introduzco la punta de la lengua ensanchando con cuidado el agujero. Te escucho respirar más profundo. Y has cogido el borde de la cama con las manos apretándolas casi con desesperación. Creo que voy bien. Y yo ahora sólo quiero centrarme en la música, tu respiración y tu polla. No hay nada más ahora mismo para mí.
Sigo presionando cada vez que entras y sales. Le he cogido el punto con el ritmo de la canción y pierdo la cuenta de las veces que he hecho el mismo movimiento. Pero no te quejas, así que continúo, pero ahora masajeando el orificio de tu ano. Quiero que apenas te des cuenta de que quiero buscar tu punto G, que quiero que cuando te corras sientas como si se te cayera el techo encima. Que pierdas la consciencia... porque esta no es una mamada más. Es una mamada Kyuss. Y cuando vuelvas a escuchar esta canción cualquier otro día no lo vas a poder evitar, y vas a correrte como un energúmeno porque lo único en lo que vas a ser capaz de pensar es que mis labios, mi lengua y mi boca, durante 7 minutos y 2 segundos, te volvieron loco de placer.
Del orificio al glande y en un segundo vuelves a estar dentro de mi boca, y ahora sí que introduzco un dedo en tu ano, para dar con ese punto que hará que todo sea distinto cuando te corras. La canción va acabando y es hora de hacerte explotar. Con la mano libre acaricio tu muslo, subo por la cadera y la dejo en la tripa, presionando y ayudándome a mantener el equilibrio mientras hago un mayor esfuerzo por mover la cabeza más rápido. Y con un gemido quedo sé que vas a correrte. Presiono el dedo en tu ano contra la pared donde está el bendito punto del placer y me meto la polla hasta el fondo de la garganta, lo más que puedo, para recibir tu semen caliente. Sale espeso, y lo trago lo más rápido que puedo para no ahogarme ni que se salga nada. He conseguido que casi te corras con el final de la canción. Cuando acaba y sólo hay silencio en el reproductor de música lo único que se escucha tu respiración entrecortada. No sé si ha sido igual que la primera vez que te corriste de chaval, pero créeme que le he puesto todas las ganas del mundo.

Suena la siguiente canción, Asteroid, pero bajo el volumen. Sólo quiero que suene de fondo. Me siento a tu lado en la cama y sin quitarte la venda sólo te susurro al oído: Shhh. Tenemos un momento antes de continuar. Coloco tu mano en mi pecho para que notes mi corazón y así acompases el ritmo con el tuyo. Ya más tranquilo te recuesto y me acurruco a tu lado. Con los dedos acaricio el perfil de tu cara, tu barba, los labios y tu cuello. Te beso y te huelo. Hueles a viernes. A pan caliente y café recién hecho. A libro nuevo. A tierra mojada y sábanas limpias. A sexo. A todo lo que mejor huele de este puto mundo. Dibujo en tu pecho con la punta del dedo pequeños círculos, y me entretengo en tus pezones. Como no quiero que te quedes dormido porque no hemos terminado, voy a centrarme en tu boca. En explorar tus labios y tu lengua muy despacio. Pero antes deja que me vaya de viaje por tu cuello. ¿Te he dicho que me vuelve loca morderlo? Sí, te lo he dicho. Y que me encanta tu barba, que me hace cosquillas cuando me besas, por no decir de lo que siento cuando eres tú el que me regala una maravillosa comida de coño. Pero tu cuello... podría vivir enterrada en tu cuello. Está hecho a la medida perfecta. Puedo encajar mi cara en él y perderme. Deslizo un brazo alrededor de tu cuello y voy dando pequeños besos desde el lóbulo de la oreja derecha, pasando por las mejillas, el cuello, la nuez. Te muerdo la nuez, y sigo por el otro lado, con lo que tengo que colocarme encima de tu cuerpo para poder llegar. Ahora estoy sentada a ahorcajadas y cuando la canción casi está terminando te digo: Y ahora, pequeño, vamos a follar como dos putos a****les.

Es hora de la tercera canción. Gardenia. Y aquí he terminado con las contemplaciones. Estoy mojada desde que entramos en la habitación y es hora de que me cobre mi recompensa. Quiero que me folles y que me hagas gritar como no lo he hecho en mi vida. Así que sólo le doy al play y cojo con una mano tu polla que está dura. Acaricio con su cabeza los labios de mi coño que se abren con deseo. Y mi clítoris totalmente hinchado al rozarlo me da pequeñas descargas. Cómo te necesito dentro. Y te deslizas en mí empujando mi culo con tus piernas, levantándome para dejarme caer sobre tu polla. Una vez dentro de mí te incorporas y empiezas a empujar con movimientos rítmicos. Coloco tus manos en mis caderas y te dejo que imprimas el ritmo porque ahora el que mandas eres tú. Lo único que no te permito es quitarte la venda. Y cierro yo también los ojos para centrarme en el ritmo de la canción, en cómo tu polla entra y sale. Cómo mi vagina se contrae junto con mi ano. Estoy tan excitada que no hace falta que masajee al mismo tiempo mi clítoris.
Jadeo con cada embestida y te sujeto los hombros. Cada vez que levanto el culo para que tu polla entre y salga intento dibujar un ocho en el aire, y así también alargo ese momento. Con ese movimiento alcanzas cada rincón de mi vagina y noto que mis músculos se contraen aún más, intentando atraparte dentro. Se me ocurre que con las manos ocupadas abriéndome los cachetes del culo para que tu polla entre más adentro tu boca está demasiado ociosa. Te arrimo un pezón y sólo atino a decir: Muérdelo. Obedeces y enloquezco. Estoy tan cerca de correrme que los jadeos casi son gritos quedos. Los entierro contra la piel de tu hombro y tras varios embistes sólo puedo decirte al oído: voy a correrme ya. Pero tú lo sabes. Lo notas y buscas mi boca como un pez fuera del agua. Te muerdo los labios y al mismo tiempo te saco la venda, porque quiero verte los ojos cuando te corras de nuevo. Y quiero que veas cómo me corro.
Me besas el cuello con desesperación y tus manos están ahora pellizcándome los pezones. Sin dejar de follarme un sólo segundo. Y el orgasmo me viene salvaje. Sólo puedo cerrar los ojos, arquear mi cuerpo y morder mis labios. Y casi acto seguido llega el tuyo. Lo noto llenarme la vagina. Contraigo los músculos para atrapar tu polla mientras eyaculas. Y al acabar es cuando noto cómo me cae el sudor por la espalda, el pecho. Tengo pequeñas gotas en el cuello. Igual que tú. Aparto el pelo de mi cara y busco tu boca. Te beso más despacio, pero saboreando tus labios y tu lengua, que sale al encuentro de la mía como dos viejas conocidas. Y sigo sentada sobre ti porque apenas puedo mover las piernas. Te abrazo y vuelvo a buscar el lóbulo de la oreja para besarlo y tocarlo con la punta de la lengua. Me gusta cuando se te pone la piel de gallina. Y en voz muy bajita te susurro: No te salgas... quédate dentro un poquito más.
No quiero que acabe este viernes.
Published by queenofthorns
6 years ago
Comments
11
Please or to post comments
hombrecambiante 6 years ago
Me excitó. Tienes toda mi atención.
Reply
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
to squirtdrinker : ¡¡Gracias!!
Reply Original comment
squirtdrinker
squirtdrinker 6 years ago
Magnífico/a
Reply
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
to yoghourt39 : Gracias, Danonino! :smile:
Reply Original comment
yoghourt39
yoghourt39 6 years ago
Tu como siempre, con un nivel de relatos altisimo, que manera de expresarte, es que estoy seguro que cualquiera que lo lea se mete en el papel, todo explicado sencillo, al mas minimo detalle, y su lectura no cansa.
Reply
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
to bilbao_49 : Pues me gusta que te guste. 
Reply Original comment
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
Quiero matrícula de honor... así que ya puedo pensar en cómo tenerla.
Reply
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
¿Sigue en notable alto?
Reply
queenofthorns
queenofthorns Publisher 6 years ago
to Sindrome33 : Vaya, gracias. Sí. Te invito a que lo leas escuchando las 3 canciones. Realmente las he descubierto hace muy poco y se han convertido en una pequeña obsesión.
Reply Original comment
Sindrome33
Sindrome33 6 years ago
Estoy casi seguro de que la intencionalidad es la de que se pueda leer el relato a la par que ir escuchando cada una de las tres canciones. De hecho, incluso imagino el morbo de que te lo vayan leyendo mientras suenan y, como por arte de magia, surjan cada uno de los pasajes del relato por parte de la boca, las manos y el cuerpo de una tercera persona y de repente descubrir que has instaurado una nueva fase de placer extrasensorial. ¡Menuda experiencia! Mi enhorabuena de nuevo, tienes un poder descriptivo apabullante.
Reply
bilbao_49 6 years ago
Benditos viernes.
Y bendita lectura que hace que mi polla tenga vida propia.
Espectacular Queen.
Besazos.
Reply