Mara, La sumisa obediente
Soy transexual desde pequeña y desde jovencita me destacaba por tener un miembro considerable, sin embargo a mí me gustaban los miembros ajenos. Cuando cumplía mis 8 años, jugando con amiguitos, me hacía la payasa bajándome los pantalones y mostrando mi culo a los chicos. Todo era divertido hasta que llegó mi tio Omar y pegó un grito: "Pero qué carajo estás haciendo? Ya mismo te vas al baño, en penitencia, hasta que yo te permita volver a la fiesta". Me tomó del cabello con su mano enorme y me arrastró hasta el baño, me arrojó dentro y cerro la puerta con llave. Yo me sentía aburrida y me puse a jugar con mi pija; la sacudía, la ponía bajo el agua caliente de la pileta; de repente escucho los pasos del tio, quién rápida y silenciosamente abre la puerta muy despacio y asegurándose que no lo vieran. Al verme la pija semiparada me la tomó con una mano mientras con la otra me tapaba la boca. "No vas a gritar, no?". yo giraba mi cabeza de un lado al otro indicándole que no lo haría. dejó mi boca y se dirigió a mi culo. Yo ya tenía una erección total y él sólo me acariciaba un poco entre el ano y los testículos. Así, de un solo movimiento, me tomó por debajo de los brazos y me subió al inodoro; parada y casi al borde del orgasmo, me tomó por detrás. sus manos atrapaban cada uno de mis muslos llevándome mi cola hacia su boca. Me besó el agujerito, me escupió, metió con fuerza casi toda su lengua dentro mío. Luego, con un poco de salvajismo, comenzó a meterme un dedo mientras con la otra mano me daba nalgadas que enrojecían mis gluteos. "Te gusta, mi perra?", "Te voy a meter mi pija en tu culito hasta que me acabes, queres puta?" Si, tio!, me encantaría, le contesté pero poco convencida. Me bajó del inodoro, me tomó por los pelos y metió mi cabeza dentro del sanitario hasta hacerme mojar con el agua del fondo, sentía que me ahogaba, pero rápidamente me sacaba un poco la cabeza del agua y me dejaba respirar. Mientras tanto, metía su pija lentamente, haciéndome dilatar el ano. A la media hora su pedazo se introducía y salía de mi culo con total lubricación. Sentí el calor de su leche estrellándose en mis entrañas. Luego me dió una nalgada brutalmente fuerte y sacó su pija de un tirón. "Así sale limpita, viste?, se te frunce el culo cuando te duele", me dijo. Me ordenó, lávate en el bidétt. así lo hice, pero al llevar mis dedos a mi orificio anal me asombré emocionada, tenía el culo dilatado de tal forma que casi podía meterme la mano..., quise hacer pis pero hice pis y me hice caca en el bidet. mi tío tomó mis mejillas con una mano y me dijo: "No hables, porque te voy a volver a coger muy prontito. Sos una muy linda puta. Me dio un sopapo que hizo girar mi cara y se fue. Yo me quedé un rato más haciéndome la paja, a pesar que había terminado al momento de sentir el calor de su semen. Desde ese día fui decididamente una nena sumisa y obediente. A mi tío y a sus amigos los complacía en todo... ya seguiré contándoles como siguieron las cosas...
11 years ago
Y te siguió cogiendo toda tu vida, en los baños o en los telos...
Hmmm... Se me puso durísima...
Me dejaste recaliente...
Quiero más historias.