Paseando por el mercado de Tordera
Domingo por la mañana, estamos paseando por el mercado de Tordera, pasamos por delante de un bar, mi marido se detiene y entra a tomar una cerveza, yo sigo caminando y paro en una carpa muy grande llena de chaquetas, dentro dos gitanos presiden la parada y mientras uno esta colocando bien la ropa, el otro vocea las ofertas de que dispone, me mira y descuelga de la carpa una bonita chaqueta de piel y me ayuda a ponérmela mientras repite una y otra vez lo bien que me queda, una gitana sentada en una silla le ayuda en el cometido de alabar lo guapa que estoy, parece que es su mujer, él aprovecha la excusa de colocarme bien la chaqueta para palpar sin ningún disimulo mis pechos que nunca pasan inadvertidos y al ver que no opongo resistencia, los roces pasan a ser auténticos magreos , me acerco a él y percibo que desprende una aroma de colonia after shave que me excita muchísimo anulando mis instintos de regañarlo por sus sobeteos, en poco más de un minuto mi cuerpo entra en calor, mi sexo se humedece y mis pezones se han endurecido de tanto tocarlos, sin mediar palabra lo miro fijamente implorando con mis ojos que me posea, parece que lo ha entendido, intercambia cuatro palabras con su mujer que nunca logro entender, pero está claro que a ella no le gusta lo que le dice, me coge de la mano y arrastras me lleva al fondo de la carpa donde hay una furgoneta, la rodeamos y por la parte de atrás abre una corredera y bruscamente me coloca dentro, encima de un montón de ropa desordenada, una vez tumbada, me levanta las piernas y de una sola vez me arranca los pantalones con las braguitas y deportivas en el mismo pack y sin ningún cuidado lo tira en el suelo lleno de papeles y cajas, me deja totalmente desnuda y a su merced de cintura para abajo y cuando ve mi sexo depilado con mi rajita empapada de flujos por la excitación, suelta gritando "La Ostia" como si de un vasco se tratara, acto seguido mientras aún oigo a la mujer del gitano como si estuviera enfadada que no deja de recriminarle algo, supongo que su acción de llevarme atrás, mientras él también se despoja de sus pantalones dejando su enorme y casi negro miembro más oscuro que el resto su piel, que balanceando entre sus muslos, duro como una piedra consigue arrancarme un fuerte suspiro mientras observó como una gota brillante corona su enorme glande, yo no puedo más, mi cuerpo tiembla de excitación, en mí estómago un hormigueo de impaciencia por ser penetrada por tal energúmeno que sin ninguna delicadeza ni preocupación por si nos pueden ver y con su mujer gruñendo a nuestro alrededor, se abalanza sobre mí, colocando su miembro en mi interior que estalla de flujos acumulados dejando los aledaños de nuestros sexos empapados de mis líquidos, el gitano fascinado por lo que ocurre empieza a embestirme salvajemente arrancándome un grito en cada empuje, la mujer y el hermano al oír el espectáculo empiezan a vocear las maravillas de sus artículos para disimular mis gemidos y el gitano con su enorme mano cubre mi boca para ahogar mis gritos, pero es tarde, la furgoneta se balancea y algún curioso asoma la cabeza, aunque solo se ven nuestras piernas desnudas, las mias abrazando el cuerpo del gitano mientras las suyas traccionan fuerte desde el suelo, cada vez con más ritmo , consiguiendo que llegue al orgasmo antes que el, eso lo excita tanto que sigue enbistiendo mas fuerte mientras mi cuerpo no puede asimilar más placer, una especie de cosquillas de excitacion me invaden y el gitano que me mira con los ojos abiertos como platos, no puede creer que el pueda dar tanto placer, y en la cumbre de tanto gozo quede exausta y desmayada sin fuerza pero aun con restos de mi orgasmo, y cuando creo que todo termino, me invade un calor en mis entrañas , el gitano rigido como un garrote empieza a vaciar su semen caliente en mi interior, lo noto, lo siento, y aun extenuada mi cuerpo tiembla a base de leves espasmos producidos por la descarga de mi semental, se levanta, su miembro ahora es negro, pero brillante de nuestros jugos y de el cuelga una candela de semen tan espeso que parece un chicle uniendo nuestros sexos. Vuelve a gritar a su mujer que se acerca mi mientras él se sube los pantalones, yo estoy tumbada con las piernas abiertas y mi sexo rezumando esperma, la gitana sin darme tiempo a arreglarme me agarra del brazo y me saca de la furgoneta, con medio cuerpo desnudo y sin un triste trapo para limpiar los restos de líquidos que se escurren por mis piernas, algunos paradistas asoman la cabeza para ver tan insólito espectáculo y abandono el lugar agotada a ver si mi marido sigue en el bar, al verme lo primero que me dice, es que me ve diferente, al momento cae y exclama, "que chaqueta tan bonita" ¿qué te ha costado? A lo que yo le contesto, ni te puedes imaginar...
3 years ago