El Camarero de Martorell.

Si bien en todos mis relatos son basados en encuentros reales, siempre añado partes de fantasía, pero este encuentro, aunque pueda parecer exagerado, es una fiel transcripción de lo que paso una noche con el hombre más dotado sexualmente que he conocido.

A mi marido se le ocurrió la idea de hacer un trío en el cual él me ofrecería todos los besos y cariños , y otro chico para la penetración, compartiríamos los tres la cama , pero cada uno tendría su rol. Puso un anuncio en pasion.com, que es donde encontramos normalmente a nuestros amantes, y contactamos con un chico que era camarero en Martorell, mi marido me comento que era muy dotado, y basándome en mi experiencia pensé que tendría una dotación de 20 a 22 centímetros.
Llego el día del encuentro, un domingo por la tarde, Martorell estaba desierto de gente, los bares vacíos, y en un pequeño paseo nos citamos con él, se llamaba Toni estaba bien físicamente, pero no era nada atractivo, ya sabéis que me vuelven loca las corridas internas, pero sinceramente lo primero que me vino a la cabeza al ver el poco encanto del chico es que no lo dejaria correrse dentro ni con la prueba E.T.S. hecha.
Tomamos unas copas en un bar, el insistio en que fueran de vino negro, sabia mis preferencias por esta bebida lo que me indicaba que mi marido y el habian hablado antes de mi y seguramente con la intención de emborracharme.
La conversación era agradable y cayeron más de una copa hasta que decidimos ir a su casa, allí también tenía preparada otra botella de tinto , intente negarme a tomar más, tanta insistencia con el vino me tenía un poco recelosa.
Nos acomodamos en un sofá y continuamos hablando, yo ya me notaba algo contentilla y a los pocos minutos empezamos con besitos y carantoñas los tres, nos desnudamos, Toni se quita la camisa, tiene buen cuerpo, pero cuando se baja los pantalones, por debajo de los calzoncillos le salía parte de lo que sería un enorme miembro, yo alucinada exclamo, ¡¡eso es de verdad!!, él se rie mientras se baja los calzoncillos, Dany y yo embobados mirando lo que seguramente es el pene más grande que jamás hemos visto, yo sinceramente esperaba a que nos dijera que era una broma, que llevaba puesto una funda de látex imitando un miembro o algo así, pero no, era una enorme herramienta que pesadamente cimbreaba entre sus muslos, los testículos no eran pequeños, pero ante tan enorme tronco parecían insignificantes, pero lo que de verdad inquietaba era ese enorme glande que coronaba su miembro, era tan enorme como aproximadamente el tamaño de una mandarina grande, era brillante y sobresalía mucho del resto del tronco, yo ya había probado otros miembros grandes, hacía poco que tuve un amante negro con unos 24 cm, pero el glande era más discreto . Lo primero que le digo a mi marido es que a mí no me cabe tal tamaño, le pregunto a Toni que le mide, no contesta, insisto y le pregunto si llega a los 30 cm, se ríe, pero no responde, supongo que no quiere asustarme, pero ya es tarde, estoy aterrada, acerca su sexo a mi cara y lo agarro como puedo , mis manos son insignificantes ante tal tamaño, utilizo las dos, pero es tan grande que no puedo sujetarla bien, es pesada y él me ayuda con una mano suya, cuanto más palpo su tamaño más claro tengo que no quiero que penetre, me lastimaría con toda seguridad , pero no quiero perder la oportunidad de jugar con ella, la levanto con las dos manos y dirijo su glande hacia mí, es magnífico, opulento, brillante, abro la boca al máximo, pero es imposible inquibirla dentro, opto por lamerlo , una enorme hendidura en la cúspide pide a gritos que pase mi lengua por ella, en su interior una gota preseminal está asomando al exterior, no he cambiado de opinión, no permitiré que me penetre, pero quiero frotar mis labios, mis mejillas, todo mi rostro con él, no sé si es el vino o tan enorme sexo el que me hace sudar, mi marido me hace fotos como si estuviera posando con algún a****l exótico, seguramente alguno piense que estoy exagerando o que la bebida me ha jugado una mala pasada, he ido a clubs swingers, he visto nudistas en las playas, he tenido sexo con chicos de todas razas y os aseguro que nunca había visto algo igual y lo que más me excita es que se ve rígida, de las que se pone dura de verdad.
Toni coge un condón y se lo pone, es blanco, muy grande, parece un globo hinchable y hace el mismo ruido de goma como cuando te pones los guantes para fregar los platos, supongo que es por el tamaño y el espesor, mi marido se tumba en el cheslong y yo encima de él ofreciendo el culo a Toni, nos empezamos a besar Dany y yo muy apasionadamente, como enamorados, prefiero ignorar lo que hará Toni, entonces noto el miembro entre mis nalgas, se está masturbando con ellas, noto su enormidad abriéndose camino, esta durísima y poco a poco cambia la fricción por un intento de penetración, pero no puede, lo que hace es empujar todo mi cuerpo con su monstruoso pene, porque el glande es tan grande que no entra en mi sexo, así está un rato hasta que para, yo sigo tumbada con el trasero a su disposición, pero sabiendo que no podrá penetrarme por mucho que me moje, y la verdad es que no consigue que yo me lubrique mucho, entonces escucho como estruja un tubo de vaselina, cayendo toda encima de su miembro y el resto entre mis nalgas dejándolos pringados con un buen espesor de líquido y vuelve a frotar otra vez mi entrepierna con su enorme pene, pero esta vez, antes me abre totalmente las piernas quedando colgadas a cada lado del cheslong, mi marido levanta sus rodillas para alzar mi trasero y ofreciéndole mi sexo más abierto, Toni se agarra el pene con la mano y empieza su intento de penetración, los primeros embates resbalan por mi piel pringosa de vaselina, pero al tercer intento mi sexo se abre de tal manera que me arrancaría un grito de dolor, mi cuerpo está tenso y me siento totalmente abierta y como enganchada a su glande que es la parte que tengo dentro de mí, él se queda inmóvil al oírme y yo también, ya que parece haber quedado anclado a mí, inicia unos movimientos hacia delante y atrás sin poder destrabar su prepucio de mi entrada, al momento noto como más vaselina cae entre nuestros sexos, y sin darme tiempo a descansar avanza un poco más hacia mi interior y hunde una tercera parte de su enorme herramienta, pero el placer que me da dicha penetración es castigada por mucho dolor, el video que mi marido grabo, mi rostro no transmite Satisfacción y de mis ojos brotan lágrimas, pero no sé por qué no le pedí que interrumpiera su penetración, solo le pedí si cambiar de posición, entonces se levantó, me cogió de la mano y me llevo a un cuarto con una cama muy grande, me acostó en la cama y me separo las piernas con delicadeza, acomodándose entre ellas mientras yo observaba su miembro balancearse dirigiéndose a mi sexo y volvió a penetrarme, pero ahora la oposición a la penetración era menor, mi sexo estaba más abierto y empezó lentamente a entrar dentro de mí, ahora el placer ganaría camino, pero el dolor aún era mucho, a la que se excitaba sus envites eran más fuertes y mi rostro no era precisamente de satisfacción, mis extremidades estaban pegadas a él, agarrándome muy fuerte para que sus embestidas fueran menores, estaba pegada a él ,en estos momentos más de la mitad de su tronco ya estaba dentro de mí y su glande abriendo mi interior y desplazando todos los órganos que obstaculizaban su avance, al momento noto que su miembro se mueve algo mejor en mi interior, como si estuviera más lubricado, yo no podía ver cuál era la razón, pero Dany que filmaba de cerca la penetración pudo ver perfectamente como el condón se rompía y en cada empujón iba quedando relegado a la base cerca de los testículos, pero no dijo nada, dejo que me penetrara hasta correrse depositando su esperma en mi interior, Toni gritaba de placer yo de dolor, quede exhausta y me prometí no repetir, no volvería a tener sexo con él, Toni quedo rendido a mi lado, más tarde descubriría que a causa del tamaño de su sexo tenía escasas relaciones y que aquella noche aprovecharía para desfogarse conmigo, yo quede dormida gracias al vino y del placer de haberme liberado de tremendo misil, quede abierta de piernas y mi sexo era una cueva abierta donde divisabas mis entrañas en lo más profundo, la luz de la habitación penetraba en el interior de mi sexo a causa de la gran abertura que había realizado su glande y se podía distinguir perfectamente en el fondo un charco de semen que abandonaba mi cuerpo dejando una mancha entre mis piernas,
No sé cuanto tiempo paso, creo que más de una hora, y sin previo aviso vuelvo a tener a Toni entre mis piernas, pero esta vez me duele mucho menos, y un enorme placer invade mi interior acogiendo sus treinta centímetros al completo, por primera vez siento sus testículos golpear mi sexo, sigo notando un dolor en el fondo, pero consigue que el placer sea más intenso y se inicia un enorme y largo orgasmo, ahora ya no lloro, lo beso y noto que mi útero dolorido abraza su glande como si no lo quisiera dejar marchar, ahora ya no me importa que se corra, todo lo contrario, lo abrazo con fuerza mientras le pido que no pare, quiero su leche otra vez dentro de mí, creo que tuvimos sexo tres veces más en toda la noche, no lo sé exactamente por qué perdí la noción del tiempo y mi marido yacía en el sofá cansado de ver al semental tratándome como una muñeca hinchable, cuando terminamos, abandone esa casa andando mal a causa de la m*****ia que sentía entre las piernas , yo podía notar aun como si estuviera dentro de mí su enorme falo, esto me ocurrió hasta tres días después y si cuando salí de su apartamento prometí que no lo volvería a repetir, a los tres días jure que jamás pasaría una velada tan dolorosa como esa. Ya en casa avanzada la mad**gada me fui a la cama pensando solo en descansar, pero mi marido se empeñó de que quería seguir la fiesta, a mí no me apetecía nada , pero a él le daba morbo penetrarme otra vez, sabía que estaba muy abierta, que posiblemente no notaria tanta fricción, pero era tanto el morbo que le daba que mientras su pene bailaba literalmente en mi interior chapoteando en el semen de Toni, él se corría dentro de mí pensando en todo lo ocurrido, yo quede placidamente dormida, aun teniendo Dany una dotación de 18cm, estaba tan rota por dentro que ni me enteraba de que tenía visita en mi interior.
Al cabo de unos meses, a pesar de que en ese momento decidí no volver.....
....... Continuará...

¡besitos!!!