Una actriz fracasada que probó en el porno
Era muy callada, arrastraba un pasado confuso de relaciones tormetdosas en su casa. Un misterio que apuntaba a su padre sin duda. Se vino a Madrid a probar fortuna como actriz y poco a poco de aquella inocente joven de labios carnosos y pelo oscuro como su mirada quedó.
Estuvo, como tantas, intentando mantener viva la llama de la interpretación, pero la realidad es demasiado impermeable tantas veces, laugthon, la resad, Cristina Rota... Tenía algo bueno y es que poseía un perfil dramático, envidia de cualquier estrella de Hollywood. Rubia, melena con flequillo a tazón, callada, mirada de lunática, labios carnosos provocadores, gafas de pasta.
Esa baza la supo perfilar y otorgar a su modo de vida un color distinto, hipster, contrastado y se convirtió en un personaje hentai sin quererlo.
Todos los hombres la deseaban y cuando ella caía en sus redes se dejaba llevar, usar.
Le excitaba es exceso que la utilizaran como objetó sexual en sus juegos íntimos y así poco a poco entre la cocaína, la noche, las eternas fiestas, la vida llena de golpes y su falta de lucha le llevó a probar nuevos escenarios.
Se desnudaba por web cam en un principio con máscara, se masturbaba como una adolescente. Aquello empezó a gustarle y decidió mostrar su rostro. Un cliente la llamo Vilma la amiga porno de Scooby Doo.
Ninguna de sus amigas sabía en verdad su secreto. Ella no paraba de enviar siempre en los chat de WhatsApp sus fotos posturrando. Quería compartir con todas sus nueva vida, pero solo se iba convirtiendo en un personaje, callada, misteriosa, ajena. No triunfaba como ellas de noche pero todos querían follarla. Eso le volvía loca y en cam4 sacaba su ira acumlada.
En Malasaña se escuchaban los gemidos de noche. En la calle Madera algo estaba sucediendo pero nadie imaginaba que se trataba de ella. Una mujer inocente y despistada.
Empezó a quedar con tíos de Tinder ofreciéndose con facilidad a los chicos y sus amigos.
Follada con varios a la vez e incluso llegó a cobrar por ello diciendo a sus amigas que era su familia quien le enviaba tanto dinero.
El sueño de rodar la serie, de hacer teatro, se esfumaba.
Se estaba pervirtiendo en silencio siempre drogada, siempre ausente.
Ya no le importaba que la dieran por el culo cualquiera en Tinder, o que le grabaran mientras se masturbaba o cuando la follaban entre varios amigos, es más, aquello pasó a ser una razón para seguir en pie.
Algunos la confundían con una actriz porno conocida
Una noche cualquiera de un Jueves, puesta hasta arriba de M y de coca se fue con una amiga a un after. Su sangre corría a gran velocidad y le pedía romper los moldes, así que se desnudó para sorpresa de todos en el salón. Solo había dos mujeres ella y su amiga que no paraba de tontear con su sonrisa fácil y su acento del sur con los demás tíos que ya la estaban metiendo mano.
Los demás al verla desnuda en el sofá decidieron grabarle y desnudarse con ella, convencieron a Celia, la ltra amiga para que se uniera a Elvira y ambas, desnudas en el sofá jugaron a dejarse llevar con la fuerte energía que les regalaban el resto entre carcajadas y gritos de ánimo.
Follaron con todos, uno a uno las penetraron hasta saciarse por todos los agujeros, les regalaron más droga que las arrastró hasta largas horas de la mad**gada entre corridas en la cara, penetraciones anales y besos sin fin.
A la mañana siguiente eran portada en xhamster. Los vídeos tenían más de un millon de reproducciones. Elvira no entendía nada, había estado trabajando como actriz dramática durante años, y en cambio su rol de chica con gafas, labios carnosos, piercing en la nariz a, mirada inocente y voz rota, había encontrado su zenit en el porno.
Observó los vídeos desnuda en la terraza de casa, disfrutando al saber que varios vecinos casados y con hijos se estaban masturbando mirándola. Así que volvió al salón, encendió su camara, creo un canal con un apodo y dió rienda suelta a sus más bajos instintos para convertirse en la actriz porno hentai que es hoy.
Lo bueno de todo, que los amigos no saben lo que es en verdad, lo malo, que no puede dejar de follar.
Estuvo, como tantas, intentando mantener viva la llama de la interpretación, pero la realidad es demasiado impermeable tantas veces, laugthon, la resad, Cristina Rota... Tenía algo bueno y es que poseía un perfil dramático, envidia de cualquier estrella de Hollywood. Rubia, melena con flequillo a tazón, callada, mirada de lunática, labios carnosos provocadores, gafas de pasta.
Esa baza la supo perfilar y otorgar a su modo de vida un color distinto, hipster, contrastado y se convirtió en un personaje hentai sin quererlo.
Todos los hombres la deseaban y cuando ella caía en sus redes se dejaba llevar, usar.
Le excitaba es exceso que la utilizaran como objetó sexual en sus juegos íntimos y así poco a poco entre la cocaína, la noche, las eternas fiestas, la vida llena de golpes y su falta de lucha le llevó a probar nuevos escenarios.
Se desnudaba por web cam en un principio con máscara, se masturbaba como una adolescente. Aquello empezó a gustarle y decidió mostrar su rostro. Un cliente la llamo Vilma la amiga porno de Scooby Doo.
Ninguna de sus amigas sabía en verdad su secreto. Ella no paraba de enviar siempre en los chat de WhatsApp sus fotos posturrando. Quería compartir con todas sus nueva vida, pero solo se iba convirtiendo en un personaje, callada, misteriosa, ajena. No triunfaba como ellas de noche pero todos querían follarla. Eso le volvía loca y en cam4 sacaba su ira acumlada.
En Malasaña se escuchaban los gemidos de noche. En la calle Madera algo estaba sucediendo pero nadie imaginaba que se trataba de ella. Una mujer inocente y despistada.
Empezó a quedar con tíos de Tinder ofreciéndose con facilidad a los chicos y sus amigos.
Follada con varios a la vez e incluso llegó a cobrar por ello diciendo a sus amigas que era su familia quien le enviaba tanto dinero.
El sueño de rodar la serie, de hacer teatro, se esfumaba.
Se estaba pervirtiendo en silencio siempre drogada, siempre ausente.
Ya no le importaba que la dieran por el culo cualquiera en Tinder, o que le grabaran mientras se masturbaba o cuando la follaban entre varios amigos, es más, aquello pasó a ser una razón para seguir en pie.
Algunos la confundían con una actriz porno conocida
Una noche cualquiera de un Jueves, puesta hasta arriba de M y de coca se fue con una amiga a un after. Su sangre corría a gran velocidad y le pedía romper los moldes, así que se desnudó para sorpresa de todos en el salón. Solo había dos mujeres ella y su amiga que no paraba de tontear con su sonrisa fácil y su acento del sur con los demás tíos que ya la estaban metiendo mano.
Los demás al verla desnuda en el sofá decidieron grabarle y desnudarse con ella, convencieron a Celia, la ltra amiga para que se uniera a Elvira y ambas, desnudas en el sofá jugaron a dejarse llevar con la fuerte energía que les regalaban el resto entre carcajadas y gritos de ánimo.
Follaron con todos, uno a uno las penetraron hasta saciarse por todos los agujeros, les regalaron más droga que las arrastró hasta largas horas de la mad**gada entre corridas en la cara, penetraciones anales y besos sin fin.
A la mañana siguiente eran portada en xhamster. Los vídeos tenían más de un millon de reproducciones. Elvira no entendía nada, había estado trabajando como actriz dramática durante años, y en cambio su rol de chica con gafas, labios carnosos, piercing en la nariz a, mirada inocente y voz rota, había encontrado su zenit en el porno.
Observó los vídeos desnuda en la terraza de casa, disfrutando al saber que varios vecinos casados y con hijos se estaban masturbando mirándola. Así que volvió al salón, encendió su camara, creo un canal con un apodo y dió rienda suelta a sus más bajos instintos para convertirse en la actriz porno hentai que es hoy.
Lo bueno de todo, que los amigos no saben lo que es en verdad, lo malo, que no puede dejar de follar.
3 years ago