RECUERDOS DE UN CLIENTE

A lo largo de mi vida con mi trabajo primero de prostituta y luego como madame en burdeles de todo tipo he tenido muchas anécdotas que dan hasta para escribir un libro.
Os contare una que me pasó con la mujer de uno de mis mejores clientes cuando estaba de Madame en la casa de Madrid. Yo tenía un cliente que venía al burdel todas las semanas y que desde hacía tiempo siempre me escogía a mi para sus servicios sexuales. Además, vivía en el mismo edificio donde teníamos instalada la casa de citas. Era bastante guapo, de 40 años, con un miembro viril enorme y muy pervertido en los juegos sexuales. Tenía una mujer de 35 años con la que se había casado hacía ya 15 años, que al principio se comportaba bien en la cama, pero que había empezado a perder facultades sexuales y ahora era un vegetal en la cama. Las penetraciones anales y orales nunca se las había podido realizar a su mujer, pues a la fémina le daban asco. Las vaginales eran singulares pues a los 10 segundos de meterle el miembro la mujer se corría y quedaba terminado el acto. Con todo esto su marido tenía que recurrir a prostíbulos para poder llevar una vida sexual activa y normal.
Un día mientras charlábamos después de haber realizado el coito anal y bucal, me conto que estaba preocupado por la frigidez total de su mujer, que se había convertido en un vegetal en la cama. Como estaba bastante preocupado con la actitud de su mujer, yo le propuse que como su mujer no trabajaba y estaba todo el día aburrida viendo la televisión y además era vecina, que se subiese al burdel y se integrase en las conversaciones de las chicas que esperaban en el salón hablando mientras llegaban los clientes. Con ello, como estas conversaciones siempre eran bastante subidas de tono y hablaba de temas sexuales y de perversiones de algunos clientes, yo esperaba que a la mujer se le abriese un poco el apetito sexual.
Efectivamente, un día subió María que así se llamaba la vecina, la mujer vestida de negro y con una falda que le caía por debajo de las rodillas; sin gota de maquillaje. Parecía un adefesio que provoco que mis chicas a hurtadillas se riesen de ella. Pero como era muy simpática, como andaluza, enseguida entablo conversación con todas las chicas. Al poco tiempo se empezaron a hacer confidencias mutuas; le contaron que estaban muy contentas ejerciendo de putas pues aparte de la satisfacción sexual que experimentaban con cada cliente, su pecunio particular estaba boyante. Se podían permitir el lujo de comprarse caprichos de ropa y perfume, salir a divertirse con su pareja los días en los que no trabajaban. Ella les contaba que su vida sexual era un desastre pues no sabia hacer nada que agradase a su marido y había muchas practicas que le desagradaban y le daban asco como el que le comiesen el chocho o el culito y que ella tuviese que mamarle a su pareja el pene y el ojete. El recoger el semen con los labios o boca y luego tragárselo le parecía una aberración muy perversa.
Mis chicas decidieron darle la vuelta a la andaluza. Le empezaron poniendo películas porno en las que se veían todas estas aberraciones que según María le asqueaban. A cada película, una de las putillas le iban dando explicaciones del porque y cómo hacerlo. Le enseñaron a manejar los dildos, strapons, pinzas y consoladores haciéndole que experimentase con ellos. Como todas las chicas estaban en ropa interior, le obligaron para no desentonar el ponerse cuando llegaba al salón un tanga con sujetador y medias en lugar de los trajes de monja que solía llevar y le añadieron una peluca rubia. Con sus grandes pechos y pubis planito estaba perfecta, hasta tal punto que algunos clientes cuando entraban querían que fuese ella la que les atendiese. Esto le ruborizaba al principio y le hacia ponerse con la cara toda colorada, pero ya termino por acostumbrase y eso se notaba que ello le excitaba y le hacia que los pechos se le pusiesen duros remarcando los gruesos pezones por encima del sujetador.
María iba progresando y se hizo muy amiga de una chiquita muy jovencita, llamada Virginia de 19 años, que llego a trabajar en el burdel después de escaparse con su novio de la casa de sus padres y de una trans brasileña, de 28 años, que llevaba muchos años en la casa. Con Virginia empezó a experimentar los besos lésbicos y las mamadas del coño y culito junto con las poses provocativas como los 69, las tijeras y los rimming. Con la trans probo lo que era tener la boca llena con una buena polla y sufrir las arcadas de llegar a tragarla hasta la garganta. Un día la trans se corrió en su boca y para no asfixiarse se tuvo que tragar todo el semen. Vio que la leche calentita tenia buen sabor y su olor le embriagaba.
Después de este aperitivo empezó ya a interesarse mas por lo que hacían las chicas con sus clientes. Cada vez que salía una chica de hacer su trabajo le preguntaba por los detalles de lo que habían hecho en la habitación. Estos relatos la ponían cada vez mas cachonda y se notaba que quedaba muy excitada después de estas confidencias.
Así fueron produciéndose las cosas hasta que un día me viene a mi y me dijo que quería hablar muy seriamente conmigo. Que lo estaba pasando muy bien en la casa con todas las chicas y que quería probar a follar con algún cliente. Como yo pensaba que no estaba preparada y le dije que lo único que íbamos a conseguir seria que perdiésemos al cliente que fuese con ella, me hizo una proposición; que entrase yo con ella a una de las habitaciones para los servicios y que después diría si valía o no. Ante esta propuesta, acepte y quede que el domingo que no se trabajaba, vendría ella a la casa y estaríamos las dos solas.
Llego el domingo a las 10 de la mañana con un traje de minifalda rojo y muy maquillada. La mini era tan corta que cuando se movía se le veía el tanga negro. Como era verano venia sin medias. Me dio un beso de tornillo y me metió la lengua hasta la garganta. La toqué los pechos y noté que los pezones los tenía totalmente erguidos y gruesos, eso era buena señal. Entramos en la habitación y me empezó a desnudar primero a mi. Yo en la casa siempre estoy vestida de femina, aunque tengo atributos de hombre, así que me quito el suje y jugo con mis pezones, luego me quito el tanga y arrodillándose sin decir nada se metió mi polla en la boca hasta tocar mis testículos con los labios. Empezó a bombear con suavidad, produciéndome sus labios una excitación inusual. Luego me puso a 4 patas y arremetió con su lengua sobre mi ojete, intentando abrir el orificio y meterla como si fuese un sacacorchos. Las mucosas anales no podían más, estaban a punto de estallar. A continuación, volvió a la parte delantera y me dijo que vaciase mi polla primero en su cara y luego en su boca. Así lo hice, tragándoselo todo con cara de satisfacción
Como en la habitación había varios dildos me dijo que la follase por delante y por detrás con ellos, dejándoselos metidos un rato mientras la ponía las nalgas rojas con una palmeta. Así lo hice hasta que empezaron a aparecer pequeños hilillos rojos de sangre en sus pantorrillas. A continuación, seguí poniéndole pinza con pesos variables en sus pezones gordos y hermosos. Llegue hasta cargarles 1 kilo en cada uno. Notaba que estaba al máximo de excitación y a punto de correrse ella. Me arrodille y al primer beso de su chocho me soltó una gran corrida sobre mi cara. Su liquido era muy caliente, tenía muy buen olor y era agriodulce muy sabroso
Después de correrse quiso que le metiese mi pene dentro de su coño y ojete para que probase lo bien que había domesticada a los músculos vaginales y anales. La verdad que los tenía dominados; apretaban y a continuación se estiraban produciendo un placer inenarrable. Cuando termino de aplicar sus músculos me dijo que a continuación tenia que probar sus castigos de pezones que sabia hacerlo de una forma muy especial. Me quito el sujetador y se puso primero a mordisquear la puntita de los pezones para luego hacerlo con todo el pezón metido en su boca con succiones y besitos. El placer era inmenso y estuve casi a punto de correrme por segunda vez.
Al finalizar me dijo que si le daba la oportunidad de pasar a ser otra chica mas del burdel a lo que yo le conteste que si y con matricula de honor. A partir de entonces tengo a una chica más, que por cierto es una de las mas solicitada con una clientela muy fiel a ella de señores jóvenes y viejos además de varias señoras lesbianas
A continuación, llamé a su marido y le dije que la chica estaba tan espabilada que quería pasar a ser una de mis chicas, a lo que accedió su pareja pues eso les iba a venir muy bien ya que él se había quedado en el paro
تم النشر بواسطة teresacd53
منذ 3 سنوات
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correabuela
Muy buen relato!  Imaginativo y excitante 
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anniga
anniga منذ 2 سنوات
¡¡Carai con la vecina!! Me gusto tu relato Teresa....
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