Jai, mi amigo de cogidas

Esta historia es de hace algunos años, en cuanto iba en la secundaria. Bueno, mi nombre es Luis, y creo que siempre he sido un poco rellenito, de piel algo blanca y cabello castaño, y está historia se desarrolla con uno de mis mejores amigos. El se llama Jaime, siempre de cariño le digo Jai. El es más o menos de la misma complexión que yo, solo que el es un poco más rellenito y de piel más blanca, sin embargo siempre me llamo la atención que tenía un culo bien redondo y antojable. El y yo hemos sido grandes amigos desde la primaria y hemos pasado grandes momentos y nos tenemos mucha confianza. Además de que vivimos relativamente cerca, así que siempre estaba el en mi casa o yo en su casa. Había veces en las que el solía hablarme de una niña que "le gustaba" sin embargo yo sabía que lo hacía solo para ocultar que le gustaban los chicos ya que había veces que se perdía mirando a otros niños en la escuela. Bueno esto sucede un día que regresábamos a nuestras casas y el me invitó a la suya, ya que al otro día era sábado y no teníamos pendientes, así que pedí permiso y fuimos hacia su casa. Llegamos y nos dirigimos a su cuarto, y me invitó a la alberca que había en su casa, entonces le dije que iría a mi casa por ropa y así para poder nadar, como vivíamos muy cerca, fui rápido a mi casa, empaque mis cosas y me fui de vuelta a su casa. Me encontro en la puerta y recuerdo que traía un short rojo y una playera algo pegada, que hacía que se remarcaran un poco sus tetas, a lo que me emociono un poco. Pero me olvide, le pedí permiso para cambiarme y baje rápido a la alberca, el ya estaba dentro y me invitó a meterme, estuvimos un rato jugando y el tiempo paso rápido, entonces me dijo que saliéramos para comer, el salió del agua y fue entonces cuando me prendió mucho ver ese culo bien remarcado en sus shorts mojados, se remarcaran unas nalgas bien gordas y grandes, además de que por el agua, se había metido su short en medio de su culo, dejándolo bien marcado. Eso me puso y recuerdo que le dije que salía en un momento, ya que tenía una erección al ver esas enormes nalgas. Cuando se me bajo la carpa que tenía ahí abajo, salí del agua y le pedí permiso para ir a cambiarme, me llevo a su cuarto y me dejó cambiarme ahí dentro, recuerdo que me pregunto algo, pero en mi mente solo rondaba la imagen de ese enorme trasero y todas las cosas que podría hacer con ese culo. Me cambié de ropa y me llamo a comer. Pasamos un rato hablando en el comedor y después me invitó a ver una película en su cuarto. Fuimos a su cuarto, pero yo no podía sacar de mi mente ese trasero. Vimos algunas películas y el tiempo paso rápido, y vimos que ya era de mad**gada, así que me dijo que nos fuéramos a dormir, accedí y me dijo que iría a ponerse su pijama, aproveche y yo también me cambié, cuando llegó, me sorprendió que llegara sin playera, solo con un pantalón de pijama y nadamas. Recuerdo que por un momento me quedé mirando aquellos pezones carnudos y rosaditos que tenía. Entonces mi verga empezó a despertar. Entonces reaccione y obviamente Santi se dio cuenta que lo estaba mirando, así que se sonrojó ligeramente y solo me indico donde dormiría yo. Ambos nos acostamos y empezamos a hablar, ya que ninguno de los 2 tenia ganas de dormir. Hablamos por un rato hasta que Jai no me respondió más, así que asimilé que se había dormido. Entonces yo no podía sacarme de mi mente aquel culo jugoso que había visto, además de esas tetitas carnosas, entonces me empecé a masturbar y finalmente libere aquellas ganas que tenía con mi amigo. Me quedé dormido y al día siguiente me desperté y mire a Jai, que seguía dormido aún, lo mire y ver su carita blanquita, sus cachetes e imaginarme sus tetas y su culo me hicieron ponerme de nuevo e imaginarme que cosas traviesas podíamos hacer. Cuando el se despertó me dio los buenos días y se dirigió a ver qué había para desayunar, regreso y me dijo que no había nada, que al parecer sus padres habían salido temprano y que podríamos encargar algo a domicilio. Pedimos algo de comida y el me dijo que se iba a bañar, entonces yo me quedé en el cuarto viendo la televisión. Entonces aproveche, ya que yo siempre he tenido un fetiche con la ropa interior, así que vi donde guardaba su ropa el pequeño Jai y me diriji a buscar su ropa interior. Cuando la encontré me sentía en el paraíso, no aguanté y me la llevé a la nariz, claramente no olía a nada, pero el hecho de saber que era de mi amigo con el que fantaseaba me puso mucho, así que rápidamente tome 2 de sus boxers y los guarde en mi mochila, para ese dia, hacer cosas traviesas dirijidas a mi Santi. Recuerdo que salió del baño en toalla y se dirigió a cambiarse, en eso tocaron la puerta y me pidió de favor que fuera a ver quién era, mientras él se vestía, abrí y era la comida. Entonces regrese corriendo a su cuarto, sin pensarlo abrí la puerta y grite el desayuno...
Entonces voltee y ahí estaba Santi, desnudo, dejando al aire ese jugoso culo, esas nalgas redondas y carnosas, entonces el grito y yo del susto, casi tiro la comida al suelo. El rápidamente levanto una toalla y se cubrió. A pesar de que había visto algo que siempre había soñado, me avergonce mucho, solo le dije lo siento y cerré la puerta. Entonces me dirigía al comedor cuando el abrió la puerta y me dijo:
- Me apetece el desayuno en la cama
Así que voltee, yo aún muy apenado y solo vi su cara, y tenía una expresión traviesa. Así que no lo asimilé, solo le dije
-¿Quee?
Y le me volvio a decir que quería el desayuno en cama
Así que me dijo:
- Ven, vamos a comer en la cama y cerró la puerta
Yo me diriji al cuarto y abrí la puerta temeroso
Entonces me encuentro a Santi posando en su cama, tocándose la verga y volteandome a verme
Volvi a cerrar la puerta de golpe y me desconcerte.
El abrio y con la mirada traviesa y llamándome con un dedo me invitó a entrar
Yo entre y solo me quedé mirando, callado y solo con la respiración agitada.
El me dijo
-Te gusta lo que ves
Entonces yo muy apenado le dije que en qué estaba pensando
El solo dijo:
-Estaba pensando en ti
Entonces su voz me puso y me llenó de escalofríos
Me fui tranquilizando un poco y me deje llevar por el ambiente, así que igual le diriji una mirada traviesa y me diriji a el
Toque sus pezones carnudos y rápidamente empeze a lamerlos. Jai también se dejó llevar y solo gemía de placer. Fue entonces cuando me miró fijamente y nos comenzamos a besar. Así apasionadamente. Yo seguía pensando que esto era un sueño. Entonces Jai me empezó a quitar la playera, y luego se dirigió a mi pantalón. El cual ya estaba marcado por mi erección por los besos. Bajo rápidamente mi boxer y se dirigió a chupar mi verga. No imaginé que el pequeño Jai tuviera esa experiencia en mamar vergas. Yo solo gemía del placer ya que la chupaba como todo un profesional, se la metia completa y la sacaba, me chupaba la punta y luego se dirigió a mis bolas, recuerdo que se comenzó a jugar con ellas, poniéndoselas en la cara e intentando atraparlas con la boca. Entonces volvio a metérsela en la boca y ya estaba a punto de venirme, cuando se la saque y le dije que se los aventaría en la cara, así que abrió la boca y yo no aguante más, así que toda mi leche baño su cara, recuerdo que fue una enorme corrida, y la mejor experiencia que había tenido. Cómo buen mamador de verga, se comió toda la leche que entró a su boca, y con sus dedos se comió toda la que rocíe en su cara. Recuerdo que me senté. Todo agitado y solo se escuchaba nuestra respiración agitada. Así que Jai me besó de nuevo, estuvimos así un rato, hasta que me dijo:
-Esto aún no termina Babe
Entonces se dirigió a su cama y se puso en 4, como tentandome hacia su culo.
Yo no me resistí y me diriji a abrir esas nalgas carnosas y, como había visto antes en algunas películas de gordos cogiéndose. Le empecé a mamar el culo. Recuerdo todavía que su culo era rosado, sin ningún pelo y bien apretado, lo que me excito más. Así que se lo empecé a mamar. Le metía la lengua poco a poco y Jai solo gemía, cada vez más fuerte diciendo
-Aaah! Así, Cómeme el culo
Sus palabras me ponían aún más. Así que deje de mamarle en culo y al verlo así. Le meti un dedo en su pequeño anito virgen. El solo gemía y sus gemidos me invitaban a meterle el dedo más adentro, estaba muy apretado y calientito. Así que le meti otro dedo y el como todo un profesional aguanto, solo gemía y gritaba diciendo
-Hazme tu puta
Entonces le coloque ni pene en la entrada de su culo y fue entonces cuando el mismo se la metió entera. Cuando eso paso, Jai solo soltó un Aaa ah!
Entonces dejé que el mismo se fuera acomodando y empezó el sueño
Yo aún no sabía que hacer, y guiado solo por las porno que había visto, empeze a empujar mi verga. Estuvimos así un rato, de mete y saca, y Jai parecía disfrutarlo demasiado.
Pero me dijo que cambiaramos de posición
Yo aún inexperto. Solo me recosté y el se puso arriba de mi y solito se dejó caer encima de mi verga.
Entonces el mismo empezó a saltar, yo solo decía
-Esto Jai, así te quería tener, en unos buenos sentones de verga
El me observo y dijo
-Y yo siempre había querido ser tu putita
Entonces el comenzó a darse de sentones y me puso más ver a mi Jai sudando, dándose sentones en mi verga, y ver qué sus tetas brincaban mientras que el solo gemía.
Estuvimos así hasta que el me dijo que se iba a venir.
Entonces se empezó a masturbar mientras seguía dándome sentones, y con un fuerte Aahhh!
Se vino encima de mi. Fue una enorme corrida, pero seguía cabalgandome, sin embargo yo no aguante mucho tiempo y me vine en el culito de mi pequeño pero experimentado Jai. Cuando terminamos, el se acostó en mi pecho y solo se escuchaba nuestra respiración jadeante, el aún encima de mi, así que cuando se iba a levantar, lo acerque a mi cara y nos besamos otra vez.
Cuando el se levantó, me invitó a bañarnos juntos, así que no dimos un baño juntos y prometimos volver a repetir esto, pero aún a escondidas. Terminamos de vestirnos y ahora sí, bajamos a desayunar
Entonces llegaron los padres de Jai, así que le dije que tenía que irme
Fui a su cuarto por mis cosas, no sin antes, dejar un pequeño regalo en la cama de Jai, quien me había vuelto realidad uno de mis sueños y además me había hecho pasar el mejor día de mi vida. Dejé mi ropa interior bajo su almohada y me despedí de mi Jai. Que ahora era mi amigo más que antes. Más tarde juramos seguir con nuestras amistosas cogidas por un pactó de ropa interior. Así que nuestra amistad se volvió más fuerte y nuestras cogidas fueron frecuentes