Una tarta de chocolate

En principio eramos dos conocidos y vecinos. Yo quería pedir que me prestas un poco de harina para preparar la tarta de chocolate y tú me preguntaste si podrías probarla. Por tanto te invité a mi casa y seguimos haciéndola juntos. Cuando la tarta estaba preparada, te di un trocito, que cayó entre tus tetas. Pregunté si puedo cogerlo con mi boca y tu diste el permiso.

Después iba subiendo con mis besos a tu cuello y labios, dulces y con sabor de cola-cao. Quité tu ropa y te cogí en el mismo sitio, en la mesa de la cocina. Tu voz era preciosa, tus susurros me ponían la piel gallina y mi pene se puso fuerte en primeros minutos. Tú ya estabas preparadita: bien mojada de los besos del cuello. Tu zumo de la flor era mas sabrosa que los ingredientes en la cocina. ¡Estaba muy rico! Te cogí fuertemente y con fuerza y entré de golpe. Notaste que soy bien seguro y inesperado - no sabias que voy a hacer siguiente.

Te llevé por el culo y con mi polla dentro fui contigo a salón comedor. Allí te tiré en el diván y empecé besar todo tu cuerpo. Me gusta la sensación de tu dulce piel... Después de un masaje caliente tu estabas relajada y preparada para algo más. Este algo era siguiente etapa, cuando te puse en las rodillas y tiré por los pelos, al mismo tiempo entrando tu rico coño. De tu voz oí la sonrisa y gemidos al mismo tiempo. ¡Me encanta tu voz!

Yo rugí como un a****l, lleno de felicidad de follarte, una chica tan rica y fantástica. Corrí sólo después de ti, satisfecho con mi resultado. Tu no podías ni querías hablar, por tanto estábamos allí en el diván descansando. En el final yo pregunté "¿Quieres un poco más de tarta?"