La chica del parque

Yo soy quien camina en la noche a oscuras por el viejo parque donde tantas veces te observe,
conteniendo una pasión encendida, cuando mientras fumas ese cigarrillo tu mirada se cruza con la mía sin palabras,
solo silencios que hablan.

Tus ojos iluminados por la luz de la luna llena me observan
y hacen que mi corazón lata deprisa ante tu intimidante mirada que después se baja.

A tan solo un par de metros antes de que pase por delante de ti,
te levantas del viejo banco y caminas insinuante entre los arboles que marcan los limites del parque,
ladeas la cabeza invitándome, te sigo, respiro el olor de tu pelo y con mis ojos sigo el baile de tus caderas.
Sabes que no puedo escapar que me atrapas en una red invisible, que durante mil años esperé este momento.

Cruzas la carretera, a estas horas vacía y te detienes frente a un edificio de tres plantas hoy abandonado,
cruzas el umbral donde ya no existe puerta y te sigo detrás por la destartalada escalera de madera.
Tus piernas se mueven dentro de la estrecha falda negra......
Te detienes a medio camino giras y la luz que entra por la ventana ilumina la camisa de fina seda blanca,
que deja entrever tus senos mientras se mueven con tu respiración agitada.
Te sientas en uno de los peldaños, recogiendo tu falda e impúdicamente frente a mi abres las piernas.
Me miras desafiante, mientras en el raso de tu culotte la humedad de tu sexo se marca como una señal de gata en celo.
Doy un paso arriba y me inclino lentamente, mordiendo tus labios entreabiertos, mientras mi mano libera mi sexo de su encierro.
Abandonas mi boca y aferrada a mi cintura tu boca engulle mi sexo, mientras dulcemente acaricio tu cabeza.
Avido de deseo, con mis manos sin desatar los botones abro tu blusa y mis dedos buscan tus pezones erectos,
Me arrodillo ante ti flanqueado por tus largas piernas y sin soltarlos muerdo tu cuello y aspiro el aroma de tu Cabello.
Lamo tu nuca, recorro con mis manos tus vértebras, mi miembro crece imparable, inmenso.....
Con la mano libre, rompo la tela que esconde tu sexo y me acerco al tuyo que rebosa lentamente.
Mi lengua lame tus senos, agarro tus muslos y levantando tus caderas, meto las manos bajo tus nalgas y te levanto en vilo de la sucia escalera.
Durante un breve instante permanecemos suspendidos y busco tu sexo, te penetro con fuerza, la madera cruje mi boca se funde tu boca,
embisto muy dentro de ti, tu corazón late al ritmo del mío y siento tus pezones en mi pecho mientras el tiempo se detiene.
Me giro sin salir del fondo de tu ser, mi espalda se apoya en el borde del peldaño, haciéndome daño,elevo tus nalgas hasta alcanzar mi boca tu húmedo sexo, lo lamo lo saboreo, disfruto de la miel que me regalas, mientras gimes colgada de mi cuello.
Mezclados nuestros aromas, en el ambiente flota un almizcle digno del mejor de los perfumistas.
dejo que te deslices despacio, hasta caer sobre mi y entro de nuevo muy dentro esta vez,
lentamente como un caballito en la barra del carrusel subes y bajas.
Palpito dentro de ti, vibro estoy a punto de estallar te aprieto las nalgas hundiendome mas en ti y un dedo explora tu culo y lamo tu cara como un a****l de abajo arriba con mi lengua húmeda, te lamo el cuello y tu sexo me atrapa, me aprieta para no dejarme escapar, cuando me sientes a punto, gritas sin contenerte, resonado en el edificio vacío y el placer nos invade hasta que por naturaleza mi sexo escapa de ti.

Tal y como empezamos sin palabras te levantas arreglas tu falda y te escapas deprisa, perdiendote en las sombras escaleras abajo….
Ni un adiós, ni un beso, ni una mirada.......
Yo me quedo sentado en la escalera, podría decir que he satisfecho mi deseo y es cierto he follado contigo,.. con la chica del parque, pero si he de ser sincero, me siento vacío, ahora no siento nada.
Me pongo en pie, suspiro, me arreglo el pantalón, sacudo el polvo, bajo las escaleras y con paso desganado, cruzo la carretera cruzando el parque y me difumino en la noche oscura que ya no ilumina la luna.