Mi tia

yo era un niño muy curioso y observaba como se deslizaba sus medias de crital con los dos deditos pierna arriba con extremada delicadeza, sentada en el taburete del tocador, mi excitacion fue maxima, cuando vi como sus braguitas negras se undian en su provocativa y peluda raja, mi pene estaba a punto de reventar, me puse de espaldas y con discrecion me fui a mi habitacion donde me masturbe y tuve el primer orgasmo y eyaculacion de mi vida, nos fuimos a misa, a la hora de recibir la comunion vl como el cura con sus gruesos dedos lntroducia profundamente la hostia entre sus gruesos y carnosos labios de forma voluptuosa, los ojos de mi tia irradiaban una beatifica expresion, hasta el punto que tuve mi segunda ereccion aquella mañana, en la que descubri que estaban liados. en el proximo relato contare los excitantes echos que me lo confirmaron.