Una noche de torpezas y baños. 3

Y así fue como llegué a un bar de copas sin ropa interior, con un buen orgasmo en un baño público y toda mi zona íntima algo sucia.

Una vez que entramos en el local, vi al grupo de chicos de antes. Busqué al que me gustó a mí pero no lo vi, y me comentaron que había ido a un sitio y ahora vendría, por lo que me tocaba esperar.

Mientras esperaba me tomé una copa y me puse a bailar con mis amigas. El novio de una de ellas se quedó allí con nosotras. Al rato, me di cuenta que una chica me miraba de arriba abajo. Al principio, con mi torpeza habitual, pensé que sería un error. Posteriormente, vi que era evidente que ella quería algo. Era una chica curvy, bastante atractiva y con un aire exótico. En el pasado había tenido experiencias con mujeres y la verdad que no me hubiera importado tener algo aquella noche.

Pero en ese momento, llegó un amigo del novio de mi amiga. Era un chico bastante guapo, me lo presentaron y enseguida hubo química entre ambos. De hecho, empezó a ligar conmigo en cuanto se pidió una copa. La cosa fue muy rápida, y pronto empezamos a bailar y a tontear. En un momento determinado pensé en el otro chico (pero es que no llegaba y no tenía pinta de que apareciera pronto) y en la chica, que ya no la veía, y supuse que se habría ido a otra parte al ver el panorama. Así que me deje llevar, a ver qué pasaba con aquel tonteo.

Una cosa fue llevando a la otra y este chico me fue gustando cada vez más. Una mano por aquí y un roce por allá. La verdad que en ese momento me apetecía tener algo más, y decidimos subir arriba, a una zona más discreta y oscura. Nos sentamos en un sofá de una mesa apartada y charlamos un poco tomando otra copa.

En ese momento caí en la cuenta de que no llevaba bragas y que no iba especialmente limpia, y me pregunté por qué llegaba a ser tan torpe, y no me daba cuenta antes de estas cosas. Pero enseguida me puso una mano en mi muslo y yo puse la mía en su pierna. Sentí como mi cosa se animaba y salía algo de flujo. Pero al pensar en que pudiera meter la mano ahí, ya fuera por el olor o por lo que había pasado antes, pudiera notar algo y me dio mucha, pero que mucha, vergüenza.

Así que fui yo la que ataqué primero. Me acerqué, le besé y fui llevando mi mano a su entrepierna, hasta que me di cuenta que la tenía durísima. Aquello me encantó, por fin algo de sexo de verdad. Le desabroché el pantalón y metí la mano. Agarré su pene erecto con fuerza, y sentí como se estremecía. Aquello me encantaba, llevar la voz cantante, así que acaricié su pene, bajé a los testículos y se los agarré. Luego fui subiendo la mano de nuevo hasta su glande, acariciándolo de nuevo. Luego, le agarre con fuerza mientras subía y bajaba mi mano. Primero lentamente, sintiendo los dos el placer, y luego cada vez más rápido.

Entonces, él intentó meter su mano entre mis piernas, pero yo le agarre la mano y la lleve a mi culo. En ese momento se dio cuenta que no llevaba bragas y se sorprendió. Pero yo continuaba con mi mano y mirándole a ver como reaccionaba. Poco a poco se excitaba cada vez más, sentía su respiración y veía el deseo en sus ojos. Fui subiendo y bajando ya con rapidez. Sentía sus testículos dando saltos y sentía como se ponía lo más duro posible. Era evidente que iba a correrse pronto. Entonces, paré mientras él se quedó con respiración irregular y mirándome con excitación.

Nos besamos otra vez, mientras su pene duro estaba al aire y su mano me apretaba el culo con fuerza. En ese punto, como estaba tan excitada, quise jugar un poco, antes de subirme encima e introducirla dentro de mí. Así que me agaché sobre él y puse su pene cerca de mi boca. Pase mi lengua lentamente y la introduje en mi boca. Aquello me excitó al máximo, estaba muy cachonda y tenía los muslos empapados otra vez. Me hubiera subido la falda y que el otro chico me hubiera penetrado allí mismo, eso hubiera sido bastante divertido.

Pero cuando me moví un par de veces, él me apartó bruscamente y mientras yo le agarraba su pene, se corrió muy fuerte. Acabó echándome casi todo en mi escote y en mi mano. Eso sí que no me lo esperaba, resulta que se había corrido antes de tiempo. Una vez más, el destino me negaba un poco de sexo. Y ahora estaba de nuevo mojada y excitada, pero encima con el semen en mi pecho y mano. Al menos, cayó dentro de la camiseta y no se notaba mucho.

Entonces, él me miró como disculpándose y yo le dije que no pasaba nada, son cosas que pasan. Supongo que demasiada excitación. Así que le dije que me tenía que asear y me fui al baño. Por el camino me fui quitando lo que pude con un pañuelo.

Pero iba tan despistada por la urgencia de asearme, que me bajé a la zona de baile en vez de ir a un baño en esa planta. Y es que en el baño de abajo había un montón de cola, y me quedé parada ya que no quería estar allí con las manchas en mi pecho. Así que me iba a dar la vuelta, cuando de repente, de la cola apareció la chica que me miraba antes. Con una mirada dulce me dijo que si necesitaba entrar, ella me colaba que estaba de las primeras. Así que yo accedí.

Estando en la cola esperando, ella notaba que yo estaba algo turbada, pero nos pusimos a hablar y poco a poco me fui animando. Lo malo era que yo iba manchada y que tenía la entrepierna húmeda y pringosa de mi propio flujo. Aunque estaba algo oscuro, no quería que me viera con aquellas manchas, así que me entró un poco de agobio. Ella lo notó, me agarró la mano y nos colamos dentro.

Pero lo que pasó allí dentro, queda para el siguiente capítulo.