Tu cuerpo y mi cuerpo
Te imagino con sólo tus tacos altos y una diminuta tanga negra, bailando para mí en esa habitación para nosotras solas. La música es sensual; pero el balanceo de tu cuerpo es lo que realmente me vuelve más loca todavía.
Ya estoy desnuda y zambullo mis dedos entre mis labios vaginales, mientras veo que me estás mirando de reojo, sonriendo y mordiéndote el labio. Me estás provocando a full y eso me gusta…
Te vas acercando a mí, pidiéndome ayuda para sacarte la tanga. La deslizo por tus muslos y. apenas llegan a tus tobillos, meto mis dedos traviesos en tu concha ardiente. Estás empapada…
Me estremezco al ver que realmente estás en llamas.
Te hago sentar a horcajadas sobre mi pubis y nuestros cuerpos se funden en una danza desenfrenada. Tu movimiento de balanceo me excita mucho. Me encanta tu olor a hembra en celo; el mismo que debo tener yo misma…
Te sostengo por las caderas para que no te caigas hacia atrás. Te beso los hombros y el cuello, paso mi lengua curiosa por tus pezones endurecidos…
Entonces te veo acabar, aullando y jadeando; gritando mi nombre. Y ya no puedo resistir más yo tampoco y me abandono a mi propio orgasmo, mientras te abrazo, comiendo tus labios rojos…
Te tumbo boca abajo sobre la cama. Tengo una sorpresa para vos.
Recorro tu espalda con mi lengua y tus muslos se abren solos cuando sienten que me acerco a la humedad de tu sexo. Mis labios se hunden en tu cuerpo y te oigo gemir suavemente.
Con tu cara hundida en la almohada, ni te imaginas el tamaño de la verga de silicona que tengo lista para vos en el arnés…
Pero entonces la vas sintiendo, mientras se abre paso dentro de tu vagina humedecida y dilatada. Estás lloriqueando, pero yo sé que es por placer. Sigo hundiéndome con delicadeza en tu cuerpo y sé que eso te encanta…
Me excita escuchar tus gemidos y suspiros ahogados. Las dos encontramos el ritmo y ahora nuestros cuerpos se mueven en una danza ritual excitante…
Presiento que vas a acabar otra vez y entonces acelero mis embestidas, mientras siento que tu cuerpo me pide más y más…
Por fin tu cabeza se alza y tus gritos de placer llenan la habitación.
Después me salgo de tu cuerpo y te veo sonreír; exhausta pero satisfecha...
Otra vez es mi turno, se me ocurre pensar, mientras vos ya estás desprendiendo el arnés de mi cintura…
Ya estoy desnuda y zambullo mis dedos entre mis labios vaginales, mientras veo que me estás mirando de reojo, sonriendo y mordiéndote el labio. Me estás provocando a full y eso me gusta…
Te vas acercando a mí, pidiéndome ayuda para sacarte la tanga. La deslizo por tus muslos y. apenas llegan a tus tobillos, meto mis dedos traviesos en tu concha ardiente. Estás empapada…
Me estremezco al ver que realmente estás en llamas.
Te hago sentar a horcajadas sobre mi pubis y nuestros cuerpos se funden en una danza desenfrenada. Tu movimiento de balanceo me excita mucho. Me encanta tu olor a hembra en celo; el mismo que debo tener yo misma…
Te sostengo por las caderas para que no te caigas hacia atrás. Te beso los hombros y el cuello, paso mi lengua curiosa por tus pezones endurecidos…
Entonces te veo acabar, aullando y jadeando; gritando mi nombre. Y ya no puedo resistir más yo tampoco y me abandono a mi propio orgasmo, mientras te abrazo, comiendo tus labios rojos…
Te tumbo boca abajo sobre la cama. Tengo una sorpresa para vos.
Recorro tu espalda con mi lengua y tus muslos se abren solos cuando sienten que me acerco a la humedad de tu sexo. Mis labios se hunden en tu cuerpo y te oigo gemir suavemente.
Con tu cara hundida en la almohada, ni te imaginas el tamaño de la verga de silicona que tengo lista para vos en el arnés…
Pero entonces la vas sintiendo, mientras se abre paso dentro de tu vagina humedecida y dilatada. Estás lloriqueando, pero yo sé que es por placer. Sigo hundiéndome con delicadeza en tu cuerpo y sé que eso te encanta…
Me excita escuchar tus gemidos y suspiros ahogados. Las dos encontramos el ritmo y ahora nuestros cuerpos se mueven en una danza ritual excitante…
Presiento que vas a acabar otra vez y entonces acelero mis embestidas, mientras siento que tu cuerpo me pide más y más…
Por fin tu cabeza se alza y tus gritos de placer llenan la habitación.
Después me salgo de tu cuerpo y te veo sonreír; exhausta pero satisfecha...
Otra vez es mi turno, se me ocurre pensar, mientras vos ya estás desprendiendo el arnés de mi cintura…
3 years ago