Me siento culpable

Me siento culpable. Siento esa horrible culpa de haberle dicho a ella que se fuera y me dejara sola, cuando en realidad, mi interior me gritaba que le pidiera quedarse conmigo a pasar la noche.
Pero fui terca y no le perdoné su terrible traición.
Ahora estoy sola en mi gran cama casi vacía, pensando que ella también va a estar así. Aunque yo me siento peor…
Allí está el teléfono a mano; pero no soy capaz de estirarme para teclear y pedirle que regrese a mi lado. No lo haré.
Mis dedos se hunden en mi vientre, mientras sueño que son los dedos de ella; esos que siempre me han hecho gozar como una verdadera perra. Pero no voy a ceder; ella no lo merece.
Siento ese cosquilleo previo al clímax y sonrío para mí misma, aunque estoy triste. Llega el orgasmo y con él, las ganas de llamarla y rogarle que venga con urgencia.
Entonces, el teléfono comienza a repiquetear…