Aquella vez
Me gustaría contar una historia que me ocurrió una vez y que de vez en cuando fantaseo con ella de nuevo. Me encontraba haciendo deporte en un gimnasio de los grandes. Había practicado spinning y me encontraba sudando a montones. Iba un poco mareada por el esfuerzo, así que me quise ir al baño de mujeres a refrescarme un poco hasta que se me pasara el mareo. Aquel gimnasio era realmente grande, y no recuerdo como acabe yendo a unos baños que daban a una sala que en ese momento estaba vacía. Me pareció bien entrar porque iba apurada y no quería encontrarme con gente.
Entré en el baño de señoras y no había nadie cosa que me vino muy bien. Sin quitarme la camiseta me desabroché el sujetador y me lo quité, dejando mis pechos por fin libres. Los tenia sudorosos y habían estado muy apretados por culpa del sostén, así que la sensación de libertad fue estupenda. Me empecé a echar agua por el cuello y el pecho y por fin pude respirar. Al ver que no había nadie pensé hacer lo mismo con las braguitas. Al bajarme los pantaloncitos de deporte y las braguitas vi que estaban bastante sudadas, dejando un pequeño rastro de sudor en ellas. Decidí quitármelas y echarme un poco de agua y así fui recuperando. Poco a poco me recuperé, y estando más fresquita me acerqué a uno de los wc y entré a orinar.
Me senté y me puse a orinar pensando en mis cosas, cuando de repente alguien entró. Yo tenía la puerta entornada y vi que había entrado un chico. En ese momento me di cuenta que me había dejado el pantalón, las braguitas y el sujetador encima de uno de los lavabos. El chico solo llevaba unos pantalones cortos y sin camiseta, y era evidente que venia de hacer ejercicio también. En principio no se dio cuenta de que mi ropa estaba allí y ni siquiera me vio. Me quedé pensando por qué estaba allí, ¿acaso me había colado en el baño de chicos sin darme cuenta? No lo sabía, así que respiré aliviada de que no se diera cuenta y me quedé mirando sentada sin hacer ruido. Aquella situación me resultaba algo divertida y algo excitante aunque me estaba muriendo de vergüenza. Yo era algo mayor que él y allí estaba yo medio desnuda.
El caso es que vino a hacer lo mismo que yo y se refrescó los sobacos y el pecho. Luego estuvo observándose en el espejo y luego, para mi sorpresa, se bajó un poco el pantalón. Pude ver un culo de lo más atractivo, me daban ganas de morderlo, y en un giro, vi parte de su pene. Creo que puse roja pero el caso es que algo se me encendió entre mis piernas, tenia una mezcla de calor y excitación que me costaba aguantar. En ese momento el se dio cuenta de la ropa y la tocó dudando y luego miró alrededor. Yo entorné la puerta corriendo en el momento en que me vio allí sentada. Solo me salió un "disculpa" y el tuve que cortarse bastante porque se quedó callado. Al momento dijo "perdona, no sabía que estabas aquí". No sabia que decir, y solo se me ocurrió que había entrado a refrescarme. Me levanté y abrí un poco la puerta escondiéndome detrás. Él se rio de la situación y yo creo que también me reí, sin darme cuenta me asomé algo más. Estoy segura de que notó mis pezones ardiendo bajo la camiseta porque se los quedó mirando y enseguida yo note un suave bulto en su pantalón. Ambos nos miramos y hubo un deseo muy fuerte en el aire porque abrí la puerta de par en par y le enseñe cómo iba. Desnuda de cintura para abajo y en camiseta deportiva sin sujetador por arriba. Se que le puse nervioso porque solo me dijo "quieres la ropa?" cuando era evidente lo que allí iba a pasar.
No se cuando tomé la decisión definitiva pero yo estaba muy caliente por la situación. Le miré el pantalón y le sonreí, él dudó pero al final se acercó. Le dije que se quitara el pantalón para estar igualado, y al bajarlo vi su estupendo pene ya erecto. Me gustó mucho su forma así que lo toqué y lo acaricié. Por fin se animó y puso sus manos en mis caderas, luego en mi culo y por fin en mi clítoris. Cuando me tocó me sobresalté de la excitación y le mojé toda la mano. Normalmente soy muy húmeda pero en ese momento chorreaba por mi vagina y bajaba por mis piernas. Yo le fui acariciando el pene y los testículos, y como estaba a cien no dude en agacharme y chuparla un rato. Estaba muy húmeda y el la tenia muy dura así que pasé mi lengua por todo su miembro y me levanté. Él me agarró de las caderas y me llevó hasta la pared del wc, y con un movimiento de lo más excitante me la hundió hasta el fondo. Estuvimos asi un buen rato, el jadeaba del esfuerzo y yo recibía sus impulsos con mucho placer, aquello me estaba consumiendo de gusto y me ardía todo el cuerpo.
Cuando estoy muy excitada me gusta ponerme encima, así que lo senté en el váter y me senté hundiendo de nuevo su pene en mi vagina. Me quité la camiseta y dejé mis pechos al aire para que los viera y me los tocara un rato, aunque en realidad ya me daba igual, me puse a saltar y agitarme, mientras los pechos subían y bajaban en su cara. En ese momento él no podía hacer nada, dependía de mí, yo solo tenia pensamientos de placer y recuerdo que pensé "que no se corra y aguante porque estoy a punto de estallar". Seguí agitándome y gimiendo de placer, sintiendo su miembro duro dentro de mí, sus manos fuertes en mi cintura y su mirada en mis tetas. Mi vagina ardía, mi vientre iba a estallar, hasta que sentí un rio de placer que emanaba de ambos cuerpos y grité con uno de los mejores orgasmos que he tenido nunca.
De repente me di cuenta que el no se había corrido, así que le dije "espera, que hay que acabar bien". Con el mismo instinto de excitación y aventura me levanté, me agaché y le chupé el pene inflamado. De arriba a abajo con mi boca hasta que se corrió, dejándome un rastro en la boca y el pecho. Entonces, los dos nos miramos y nos dio por reír debido a la situación, porque ahora no sabíamos que decir, y yo me sentía un poco rara con su semen en mi cuerpo. Pero me ayudó a limpiarme y estuvimos hablando amigablemente mientras nos vestíamos.
Luego hablamos otro rato fuera y nos vimos un par de veces más pero yo recuerdo muchas veces ese momento en el baño, aquella vez, que muchas veces he querido repetir.
Entré en el baño de señoras y no había nadie cosa que me vino muy bien. Sin quitarme la camiseta me desabroché el sujetador y me lo quité, dejando mis pechos por fin libres. Los tenia sudorosos y habían estado muy apretados por culpa del sostén, así que la sensación de libertad fue estupenda. Me empecé a echar agua por el cuello y el pecho y por fin pude respirar. Al ver que no había nadie pensé hacer lo mismo con las braguitas. Al bajarme los pantaloncitos de deporte y las braguitas vi que estaban bastante sudadas, dejando un pequeño rastro de sudor en ellas. Decidí quitármelas y echarme un poco de agua y así fui recuperando. Poco a poco me recuperé, y estando más fresquita me acerqué a uno de los wc y entré a orinar.
Me senté y me puse a orinar pensando en mis cosas, cuando de repente alguien entró. Yo tenía la puerta entornada y vi que había entrado un chico. En ese momento me di cuenta que me había dejado el pantalón, las braguitas y el sujetador encima de uno de los lavabos. El chico solo llevaba unos pantalones cortos y sin camiseta, y era evidente que venia de hacer ejercicio también. En principio no se dio cuenta de que mi ropa estaba allí y ni siquiera me vio. Me quedé pensando por qué estaba allí, ¿acaso me había colado en el baño de chicos sin darme cuenta? No lo sabía, así que respiré aliviada de que no se diera cuenta y me quedé mirando sentada sin hacer ruido. Aquella situación me resultaba algo divertida y algo excitante aunque me estaba muriendo de vergüenza. Yo era algo mayor que él y allí estaba yo medio desnuda.
El caso es que vino a hacer lo mismo que yo y se refrescó los sobacos y el pecho. Luego estuvo observándose en el espejo y luego, para mi sorpresa, se bajó un poco el pantalón. Pude ver un culo de lo más atractivo, me daban ganas de morderlo, y en un giro, vi parte de su pene. Creo que puse roja pero el caso es que algo se me encendió entre mis piernas, tenia una mezcla de calor y excitación que me costaba aguantar. En ese momento el se dio cuenta de la ropa y la tocó dudando y luego miró alrededor. Yo entorné la puerta corriendo en el momento en que me vio allí sentada. Solo me salió un "disculpa" y el tuve que cortarse bastante porque se quedó callado. Al momento dijo "perdona, no sabía que estabas aquí". No sabia que decir, y solo se me ocurrió que había entrado a refrescarme. Me levanté y abrí un poco la puerta escondiéndome detrás. Él se rio de la situación y yo creo que también me reí, sin darme cuenta me asomé algo más. Estoy segura de que notó mis pezones ardiendo bajo la camiseta porque se los quedó mirando y enseguida yo note un suave bulto en su pantalón. Ambos nos miramos y hubo un deseo muy fuerte en el aire porque abrí la puerta de par en par y le enseñe cómo iba. Desnuda de cintura para abajo y en camiseta deportiva sin sujetador por arriba. Se que le puse nervioso porque solo me dijo "quieres la ropa?" cuando era evidente lo que allí iba a pasar.
No se cuando tomé la decisión definitiva pero yo estaba muy caliente por la situación. Le miré el pantalón y le sonreí, él dudó pero al final se acercó. Le dije que se quitara el pantalón para estar igualado, y al bajarlo vi su estupendo pene ya erecto. Me gustó mucho su forma así que lo toqué y lo acaricié. Por fin se animó y puso sus manos en mis caderas, luego en mi culo y por fin en mi clítoris. Cuando me tocó me sobresalté de la excitación y le mojé toda la mano. Normalmente soy muy húmeda pero en ese momento chorreaba por mi vagina y bajaba por mis piernas. Yo le fui acariciando el pene y los testículos, y como estaba a cien no dude en agacharme y chuparla un rato. Estaba muy húmeda y el la tenia muy dura así que pasé mi lengua por todo su miembro y me levanté. Él me agarró de las caderas y me llevó hasta la pared del wc, y con un movimiento de lo más excitante me la hundió hasta el fondo. Estuvimos asi un buen rato, el jadeaba del esfuerzo y yo recibía sus impulsos con mucho placer, aquello me estaba consumiendo de gusto y me ardía todo el cuerpo.
Cuando estoy muy excitada me gusta ponerme encima, así que lo senté en el váter y me senté hundiendo de nuevo su pene en mi vagina. Me quité la camiseta y dejé mis pechos al aire para que los viera y me los tocara un rato, aunque en realidad ya me daba igual, me puse a saltar y agitarme, mientras los pechos subían y bajaban en su cara. En ese momento él no podía hacer nada, dependía de mí, yo solo tenia pensamientos de placer y recuerdo que pensé "que no se corra y aguante porque estoy a punto de estallar". Seguí agitándome y gimiendo de placer, sintiendo su miembro duro dentro de mí, sus manos fuertes en mi cintura y su mirada en mis tetas. Mi vagina ardía, mi vientre iba a estallar, hasta que sentí un rio de placer que emanaba de ambos cuerpos y grité con uno de los mejores orgasmos que he tenido nunca.
De repente me di cuenta que el no se había corrido, así que le dije "espera, que hay que acabar bien". Con el mismo instinto de excitación y aventura me levanté, me agaché y le chupé el pene inflamado. De arriba a abajo con mi boca hasta que se corrió, dejándome un rastro en la boca y el pecho. Entonces, los dos nos miramos y nos dio por reír debido a la situación, porque ahora no sabíamos que decir, y yo me sentía un poco rara con su semen en mi cuerpo. Pero me ayudó a limpiarme y estuvimos hablando amigablemente mientras nos vestíamos.
Luego hablamos otro rato fuera y nos vimos un par de veces más pero yo recuerdo muchas veces ese momento en el baño, aquella vez, que muchas veces he querido repetir.
4 years ago
